El 1 de septiembre es el día V. V de vuelta: vuelta de las vacaciones, vuelta al cole (by El Corte Inglés), vuelta al instituto, a la facultad, a la oficina, al trabajo... Pero, sobre todo, vuelta a la Rutina, con mayúscula. Se acabaron los días de levantarse a las 11 ó las 12 (según la hora que cada madre despierte a sus hijos), ir a la piscina o a la playa, comer, echarse una siestecilla de 2 ó 3 horas, volver a la playa, cenar, salir de juerga... y hacer mucho, pero mucho el vago.
Pero no. Ahora toca ponerse a hacer algo productivo y levantar el país, que falta le hace. A nadie le apetece (que se joda el país, que yo quiero dormir un rato más) pero hay que hacerlo.
Lo peor son estos días de septiembre en los que aún no has empezado el curso (como yo) pero sientes el peso de La Vuelta, con mayúsculas. Estás en casa, sin saber que hacer (y no se te ocurra preguntarle a tu madre, que te dirá "¿Quieres que te dé yo algo para hacer?", que equivale a "Pues ponte a planchar/fregar los cacharros/barrer/ordenar tu habitación, que parece una leonera)
¡Dichosos aquellos que tienen sus vacaciones en septiembre, porque se verán privados de los anuncios del Corte Inglés con niños super felices de volver al cole! ¿Pero dónde se ha visto eso, a ver? Yo veo esos anuncios y no hago más que pensar "A mí cada vez me queda menos... y soy bastante menos feliz que esos niños. Aunque más dientes sí que tengo... (¡si es que están todos mellaos!)"
Esto es un homenaje a aquellas personas que el 1 de septiembre vuelven a sus rutinas y lo único que puedo es transmitirles un mensaje de ánimo. ¡Venga, que ya queda menos para las vacaciones de Navidad!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario